Claves para un verano sin coger kilos

Con las ansiadas vacaciones de verano, estos días de relax suelen desembocar en kilos cogidos tras el terraceo, tapeo y bocadillos. Luego volvemos a casa tras las vacaciones, y aún nos quedan unas semanas de calor para seguir con fiestas, barbacoas, y todos los “san queremos”.

¿Quieres seguir cuidando tu salud también en verano? Es obvio que es tiempo de relajarse y disfrutar, pero eso no implica el disfrute exclusivamente con comida y bebida. Aprovechar para conocer ciudades o playas con tu familia o amigos no quiere decir que tengamos que elegir mal todos los días, o que nos olvidemos de que comer saludable es lo mejor para nosotros. Busca un término medio.

Entonces, ¿qué puedo hacer para cuidarme en verano y evitar al nutricionista en septiembre?

Siempre va a depender de cada situación, lógicamente. Por eso, vamos a tratar de analizar las más habituales, esperando que puedas identificar tu ocio en alguna de ellas y te sirva.

-En la playa: a mitad de mañana puede que te apetezca picar. No te dejes llevar por el recurso fácil de llevarte unas patatas fritas. Seguro que disfrutas igual de un puñado de frutos secos al natural o tostados, de unos tomates cherry o de un revuelto de encurtidos. Aunque el mejor consejo es que comas si tienes hambre, no dejarte llevar porque estás de vacaciones en la playa y te apetece picar. Después llegan las 14:30 y empiezan a oírse crujidos de papel albal, que vienen de bocadillos que se abren. Bocadillos rellenos normalmente de embutidos, carne a la plancha, calamares, etc… Y de postre, “me acerco a por un heladito, que aquí en la playa hacer mucho calor y nada mejor para combatirlo. ¿Queréis uno?”

Y digo yo… ¿no se puede meter prácticamente lo mismo que se va a comer en casa un día normal, en un tupper y una neverita y listo?

Te planteamos opciones para llevar a la playa:

-Brick de gazpacho individual + pechuga de pollo con pimientos (que pueden ser de conserva)

-Salpicón de gambas, mejillones y pimiento rojo, verde y cebolla.

-Ensalada de canónigos, tomate, pepino, aguacate y garbanzos.

-Judías verdes con patata, tomate troceado y huevo cocido.

Comer sano en la playa es muy fácil, si preparas un buen tupper


Es tan sencillo como meterlo con hielo en una neverita y ¡listo! De verdad, te llevará más o menos tiempo, lo mismo que si comieras en casa, y transportarlo no es tan complicado. Si quieres hacerlo no te supondrá un problema, así que deja las excusas a un lado y prepara un buen listado de platos que te encajen para la playa.

-De barbacoa: si hay una manera de cocinar que añoramos durante el invierno es, sin duda, la barbacoa. Es la reina en lo que muchos llaman “la fiesta del colesterol”, donde si no metemos a asar morcilla, chorizo, morro y costilla es como si no hemos hecho barbacoa.

¿Alguna vez has disfrutado de lo rica que sabe una brocheta de verduras, unas mazorcas de maíz, unas chalotas asadas o casi cualquier verdura que te imagines? También es buena idea acompañar de unas ensaladas en el centro de la mesa para compartir, de manera que no necesariamente tengas que comer 4 trozos de embutido, si no que puedas comer 2 y ensalada.

¿Has pensado en proponer añadir verduras en tu próxima bbq?

 

Ten en cuenta que, independientemente de que no puedas elegir qué asar, siempre queda en tu mano decidir cuánto comes, si acompañas con pan, con refrescos o alcohol, o si decides tomar postre o dejarlo porque consideras que te has excedido

-De tapeo y terraceo: el ocio de bares en verano por excelencia. Dependiendo del lugar en el que estés te encontrarás con un tipo de oferta u otra. Pero en cualquier caso, seguro que lo que elijas para comer no te importa tanto como el hecho de disfrutar de la compañia con la que hayas salido. Entonces, ¿por qué no aprovechas para pasarlo bien y seguir cuidándote? Mejor será una gilda o un pincho de champiñones que un tigre o unas bravas. Busca pinchos con elaboraciones lo más sencillas posible y elige bien también la bebida que lo acompañe. Puedes procurar que no todo lo que elijas sean bebidas alcohólicas, de lo contrario el valor calórico de esa comida o cena se verá incrementado en más de lo que piensas. Puedes pedir cortos, cortos con gas, agua con gas y una rodaja de limón, agua, o más puntualmente, aunque sabiendo que no es el mejor consejo, un refresco sin azúcares. Siempre que estás fuera, puedes cuidar también las cantidades que decides comer y el pan que lo acompaña. Si vais a picar, puedes probar a servirte todo en el plato, para que puedas visualizar la ración que tomas. De lo contrario, muchas veces ocurre que vamos picando y picando sin ser realmente conscientes de la cantidad.

 

Siempre hay opciones para elegir saludable en los bares

 

 

Cuidarse en verano no es complicado, si tienes ganas de hacerlo. Sabemos que hay más tiempo libre, que los helados están muy ricos y que siempre hay alguien que te llama para tomar algo o hacer una cena. Pero si quieres cuidarte, solo tienes que ser más consciente y no ponerte excusas. Aprovecha también el buen tiempo del verano para moverte más y hacer deporte al aire libre, verás que te ayuda a sentirte de maravilla y a quemar más energía